Clonación molecular
La clonación molecular se utiliza en una amplia variedad de experimentos
biológicos y las aplicaciones prácticas van desde la toma de huellas dactilares
a producción de proteínas a gran escala. En la práctica, con el fin de
amplificar cualquier secuencia en un organismo vivo, la secuencia a clonar
tiene que estar vinculada a un origen de replicación; que es una secuencia de
ADN.
Transfixión
Se introduce la secuencia formada dentro de células.
Selección
Finalmente se seleccionan las células que han sido transfretadas con éxito
con el nuevo ADN.
Inicialmente, el ADN de interés necesita ser aislado de un segmento de ADN de tamaño
adecuado. Posteriormente, se da el proceso de ligación cuando el fragmento
amplificado se inserta en un vector de clonación: El vector se linealiza (ya
que es circular), usando enzimas de restricción y a continuación se incuban en
condiciones adecuadas el fragmento de ADN de interés y el vector con la enzima
ADN ligase. Tras la ligación del vector con el inserto de interés, se produce
la transfección dentro de las células, para ello las células transfretadas son
cultivadas; este proceso, es el proceso determinante, ya que es la parte en la
que vemos si las células han sido transfretadas exitosamente o no. Tendremos
que identificar por tanto las células transfretadas y las no transfretadas,
existen vectores de clonación modernos que incluyen marcadores de resistencia a
los antibióticos con los que sólo las células que han sido
transfretadas pueden crecer. Hay otros vectores de clonación que
proporcionan color azul/ blanco cribado. De modo, que la investigación de las
colonias es necesaria para confirmar que la clonación se ha realizado
correctamente.
Clonación celular
Clonar una célula consiste en formar un grupo de ellas a partir de una
sola. En el caso de organismos unicelulares como bacterias y levaduras, este
proceso es muy sencillo, y sólo requiere la inoculación de los productos
adecuados. Sin embargo, en el caso de cultivos de células en organismos
multicelulares, la clonación de las células es una tarea difícil, ya que estas
células necesitan unas condiciones de las medio muy específicas. Una técnica
útil de cultivo de tejidos utilizada para clonar distintos linajes de células
es el uso de aros de clonación
(cilindros). De acuerdo con esta técnica, una agrupación de células
unicelulares que han sido expuestas a un agente muta génico o a un medicamento
utilizado para propiciar la selección se ponen en una alta dilución para crear
colonias aisladas; cada una proviniendo de una sola célula potencialmente y
clónicamente diferenciada. En una primera etapa de crecimiento, cuando las
colonias tienen sólo unas pocas células; se sumergen aros estériles de poli
estireno en grasa, y se ponen sobre una colonia individual junto con una
pequeña cantidad de tripsina. Las células que se clonan, se recolectan dentro
del aro y se llevan a un nuevo contenedor para que continúe su crecimiento en
forma natural.
Clonación de organismos de forma natural
La clonación de un organismo es crear un nuevo organismo con la misma
información genética que una célula existente. Es un método de reproducción
asexual, donde la fertilización no ocurre. En términos generales, sólo hay un
progenitor involucrado. Esta forma de reproducción es muy común en organismos
como las amebas y otros seres unicelulares, aunque la mayoría de las plantas y
hongos también se reproducen asexualmente. También se incluye la obtención de
gemelos idénticos de manera natural. Se considera como una alteración
espontánea durante el desarrollo embrionario, ignorándose su causa, aunque
existe una correlación familiar
estadísticamente significativa.
Gemelación artificial
Este tipo de clonación consiste en tomar un embrión de hasta 8 células y
generar embriones idénticos
preimplantatorios (se podrían generar hasta 8 embriones idénticos, uno a
partir de cada blastómera). Las blastómeros biopsiadas del embrión original se
introducen individualmente o de dos en dos en una zona pelúcida vacía (puede
proceder de otro animal, pues después el embrión sale de ella), o en una
cubierta artificial (ZPA), y de cada uno se generan embriones idénticos al
original (clones).
En veterinaria se lleva haciendo más de 30 años (para preservar las razas
puras y mantener los caracteres deseados de un determinado animal), sin
embargo, al considerarse una clonación, está totalmente prohibido en humanos,
principalmente porque los embriones humanos pueden morir durante el proceso. Si
se legalizase esta técnica, el rendimiento por ciclo de fecundación in vitro
(FIV) aumentaría espectacularmente, pues se podrían obtener muchos más
embriones y fácilmente; además ya no sería necesario someter a las mujeres a
tratamientos fuertes de estimulación ovárica, pues a partir de un sólo embrión
podrían obtener hasta 8 clones: se transfiere uno y los otros se congelarían,
para poder ser transferidos años después o como reserva de seguridad, por si el
hijo necesita células madre para el tratamiento de alguna enfermedad.
En la película Los niños del Brasil se explican lo que la Ciencia sabía en los años 80 sobre
la clonación.
Separación de blastómeros para estudios de diagnóstico
prenatal
En algunas especies, como los equinos, se ha utilizado la separación de
blastómeros de embriones previos a su implantación para efectuar estudios de
diagnóstico de enfermedades genéticas. En ellos se ha determinado la viabilidad
de los embriones analizados después de su transferencia en hembras receptoras,
encontrándose tasas de gestación de 21%. La técnica de separación de los
blastómeros implica la remoción de la zona pelúcida, ya sea por métodos
químicos, mecánicos o enzimáticos, para posteriormente obtener los blastómeros
mediante aspiración, extrusión o disminución de sus interacciones en soluciones
libres de Ca2+ y Mg2+. En humanos la separación y cultivo de blastómeros
aislados también han sido utilizados en estudios de biopsias de embriones en
diferentes etapas de segmentación con la finalidad de dar alternativas a los
estudios de diagnóstico prenatal, evaluando a su vez el desarrollo embrionario
in vitro con el propósito de que se seleccionen los mejores embriones capaces
de desarrollarse en blastocitos y congelarlos mientras se evalúan sus
blastómeros aislados.
Clonación reproductiva
La clonación reproductiva es la clonación propiamente dicha, y se basa en
la creación de una copia genéticamente idéntica a una copia actual o anterior
de un ser humano o animal. Es técnicamente posible, pues se ha conseguido en
animales, aunque tiene bajo rendimiento y conlleva ciertos riesgos, como por
ejemplo, problemas epigenéticos (síndrome LOS: el clon crece mucho más, que el
animal original) y de senescencia. Este tipo de clonación está absolutamente
prohibido en humanos, pues no tiene ningún sentido terapéutico, aparte de que
al no ser una técnica perfeccionada, pueden morir los embriones humanos en el
proceso.
En 1996, fue clonada la oveja Dolly. Fue el primer mamífero clonado a
partir del ADN derivado de una adulta en vez de ser utilizado el ADN de un
embrión. Pero aunque Dolly tenga una apariencia saludable, se cuestiona que
envejeciera antes que una oveja normal, es decir, que la fuente (Dolly) trasmitió
su edad celular al clon. Además fueron necesarios 277 embriones para producir
este nacimiento.
Clonación terapéutica (o andropática)
La clonación terapéutica sí está legalizada actualmente, puesto que tiene
fines médicos, el tratamiento de enfermedades. Este tipo de clonación consiste
en fusionar el núcleo de una célula adulta (madre o diferenciada) y un ovo cito
enucleado para crear un embrión a partir del que se aíslan células madre
embrionarias compatibles con el futuro receptor del tejido.
Las células madre se aíslan de la masa celular interna del embrión clonado
una vez alcanzado el estado de
blastocito. Estas células madre poseen la misma dotación genética que el
paciente del que se tomó la célula adulta, por lo que expresará su misma
dotación antigénica (proteínas superficiales de reconocimiento), de forma que
podremos evitar una reacción inmunológica de rechazo al trasplantarle el tejido
obtenido a partir de ellas (se puede inducir la diferenciación de estas células
madre hasta el tipo celular deseado, para formar un tejido determinado).
Una vez que se han extraído las células madre de la masa celular interna,
se destruye el embrión clonado.
En enero de 2008, se anunció que se habían creado 5 embriones clonados a
partir de células de piel humana, con vistas a proporcionar una fuente viable
de células madre embrionarias para el tratamiento de enfermedades; valiéndose
de la misma técnica que dio origen a la oveja Dolly, científicos de la empresa
californiana Stemagen Corporation (con sede en La Jolla, California),
encabezados por Andrew French, han empleado las células de la piel de dos
varones adultos así como los óvulos de tres mujeres jóvenes (entre 20 y 24
años) que se estaban sometiendo a un tratamiento de fertilidad.
El objetivo de la investigación de la clonación humana nunca ha sido el de
clonar personas o crear bebés de reserva. La investigación tiene como objetivo obtener células
madre para curar enfermedades.
Clonación de sustitución
Un cuarto tipo de clonación sería la llamada clonación de sustitución que
sería una combinación de la clonación reproductiva y la clonación terapéutica.
En este tipo de clonación se produciría la clonación parcial de un tejido o una
parte de un humano necesaria para realizar un trasplante.
Clonación de especies extintas y en peligro de extinción
La clonación de especies extintas, ha sido un sueño para muchos científicos.
Uno de los objetivos previstos para la clonación fue el mamut lanudo, pero los
intentos de extraer ADN de mamuts congelados no han tenido éxito, aunque un
equipo ruso-japonés está trabajando en ello.
En 2001, una vaca llamada Bessie dio a luz a un gaur (un bisonte indio)
clonado de Asia, una especie en peligro, pero el ternero murió después de dos
días.
En 2003, un banteng (tipo de toro) fue clonado con éxito, además también
fueron clonadas con éxito tres fieras de África a partir de embriones
congelados. Estos éxitos han dado esperanzas sobre la posibilidad de que otras
especies extintas puedan ser clonadas. De cara a esta posibilidad; las muestras
de tejidos del último bucardo (cabra montesa) fueron congelados rápidamente
tras su muerte.
Los investigadores también están considerando la clonación de especies en
peligro de extinción como el panda gigante, el ocelote, y guepardos.
En 2002, los genetistas en el Museo Australiano anunciaron que habían
replicado el ADN del Tigre de Tasmania, extinto hace 65 años con la reacción en
cadena de la polimerasa. Sin embargo en el año 2005, tuvieron que parar el proyecto
ya que las células no se habían conservado bien.
Uno de los obstáculos en el intento de clonar especies extintas es la
necesidad de mantener el ADN en perfecto estado, muy bien conservado.
Consideraciones éticas a la clonación
Argumentos en favor de la clonación humana terapéutica
El aumento de la esperanza de vida de los seres humanos ha provocado un notable
aumento de las enfermedades crónicas o degenerativas, como las enfermedades
cardíacas, el Alzheimer o el cáncer. El principal problema es que estas
enfermedades afectan a partes del organismo que, debido a un aumento de la longevidad
o al daño irreversible sufrido, el cuerpo no puede regenerar por sí solo. Una
solución a estas enfermedades puede ser la clonación terapéutica, al ser una
especialización del tratamiento con células madre. Cuando un órgano o tejido ha
sido dañado es necesario regenerarlo o realizar un trasplante, pero los
trasplantes tienen varias dificultades, como la dificultad para encontrar
donantes, el posible rechazo inmunitario o la imposibilidad de trasplantar
ciertos tejidos u órganos.
La clonación terapéutica ofrece grandes posibilidades, aún en
investigación, para aplicarse en sustitución a los trasplantes u otras terapias
poco efectivas contra enfermedades graves. La obtención de células embrionarias
de un individuo, para utilizarlas en beneficio de su propia salud, supone una
posibilidad de curación que es tomada en consideración, por el derecho a la
salud que tienen los seres humanos, según la Organización Mundial de la Salud.
Punto de vista de la Iglesia católica
Tras la intervención realizada por los científicos Ian Wilmut y Keith
Campbell en la Oveja Dolly, el Vaticano publicó un documento titulado Reflexiones sobre la
clonación. En este documento se da una condena firme de cualquier
experimentación con seres humanos o con sus células con fines de clonación
humana: [8]
La clonación humana se incluye en el proyecto del eugenismo y, por tanto,
está expuesta a todas las observaciones éticas y jurídicas que lo han condenado
ampliamente. 'Pontificia Academia Pro Vita (El Vaticano, 1997): Reflexiones sobre la clonación humana, cap. 3.
La condena que la Iglesia católica hace de la clonación humana parte del
hecho de que tal técnica científica manipula y excluye la creencia católica de
la relacionalidad y complementariedad propias de la procreación humana, instrumentalizaría
al embrión y a la mujer que ha de llevar al individuo clonado en su útero y
pervertiría las relaciones fundamentales de la persona humana (las propias del
parentesco) que desde el punto de vista de la religión católica, son la base
misma de una sociedad saludable. Sugiere que la clonación podría llevar a una
sociedad enferma.
Unido a todo eso, el documento indica que la clonación humana reafirma la
posición de que las personas pueden dominar la existencia de otras incluso
programando su identidad biológica, una suerte de tiranía por la ciencia que ninguna
persona tiene el derecho de hacer.
Finalmente, la Iglesia católica sostiene la teoría de que permitir la
clonación humana implicaría una violación de los principios fundamentales de
los derechos del hombre: la igualdad entre los seres humanos y la no
discriminación.
Esta posición de la Iglesia católica se hizo patente desde la encíclica Humana Vitae escrita por S.S. Pablo VI el Jueves 25 de julio de 1968[8]